Solo el 35% de los alumnos madrileños tienen acceso al bilingüismo 10 años después

  • La medida estrella de Esperanza Aguirre y las más publicitada por el PP de Madrid solo llega a 120.000 de los 339.200 alumnos de Primaria y Secundaria.
  • La Comunidad no ha fijado plazo para extenderlo a todos los centros.
  • Los padres y el lobby empresarial Fedea alertan de que el sistema genera desigualdad entre los escolares | Los profesores demandan más medios.

Cuando en 2012 Esperanza Aguirre, exalumna del Colegio Británico, se despidió de la Presidencia de la Comunidad, lo hizo recordando como su mayor orgullo la implantación en Madrid de la educación bilingüe en el sistema público. Un logro, sin embargo, matizado por la realidad y por las críticas de los miembros del sistema educativo: solo el 35% de los alumnos tienen acceso a un modelo que, pese a ser "una magnífica idea", ha tenido una "dudosa implantación", según padres, profesores y expertos.

El bilingüismo no es universal. El anuario oficial Datos y Cifras 2013-2014, último editado por la Consejería de Educación, recoge que su implantación llega a 318 colegios (el 41% del total) y 91 institutos públicos (el 30% de los existentes).

El modelo alcanza al 37% de los 214.600 alumnos de Primaria (80.000) y al 32% de los 124.600 de Secundaria (40.000). En conjunto, solo 120.000 de los 339.200 escolares recibían estas enseñanzas, un 35% de todos los que podrían cursarlas. Dos tercios de los chavales están fuera del currículo ampliado de inglés.

"Es el único programa que no ha sufrido recortes de profesores y de inversión. A pesar de ello, hay padres que no pueden llevar a sus hijos a estudiar en inglés porque no es universal y no hay plazas para todos. La Comunidad, en su línea de pensamiento, está generando una elite de alumnos mientras el resto se queda atrasado", critica José Luis Pazos, presidente de la mayoritaria Federación de Asociaciones Padres y Madres de Alumnos Giner de los Ríos.

En realidad, ni siquiera todos los chicos que cursan bilingüismo aprenden lo mismo. Hasta acabar la Primaria, los alumnos reciben en inglés la clase de idiomas, la de Conocimiento del Medio y, al menos, otra materia. En Secundaria, los alumnos "cuyo nivel garantiza el seguimiento de los contenidos" pasan a la 'Sección Bilingüe'. Los que no cumplen las espectativas y los que llegan de colegios no bilingües son matriculados en el 'Programa' y solo cursan en inglés las clases de lengua extranjera mas una materia menor (Educación Física, Plástica, Música o Educación para la Ciudadanía).

"En lugar de tratar de que todos los alumnos alcancen los conocimientos mínimos, se rompe el principio de equidad y se generan múltiples sistemas educativos diferentes dentro de uno solo", sostiene Eduardo Sabina, responsable de la Federación de Enseñanza de UGT. Los niños madrileños, en definitiva, llegan a estudiar a tres velocidades distintas sin que la Consejería de Educación muestre preocupación por la desigualdad generada.

Según la encuesta realizada este año por el sindicato, el 77% de los 328 docentes preguntados estimaba que el sistema no respeta la equidad ni la igualdad de oportunidades. Aunque una gran mayoría apostaba por potenciar el inglés, el 93% afirmaba que el modelo debe ser modificado. Una encuesta similar elaborada por CSIF concluía que más del 80% de los consultados defendía reforzar la asignatura de Inglés dedicando más horas a esta materia.

"No tengo biblioteca en inglés"

Los recursos destinados a los centros también son motivo de polémica. La Comunidad ha dedicado 144 millones a esta iniciativa desde su implantación en 2004 y ha dado cursos de formación a 22.000 profesores, pero estos siguen viendo errores.

"La mayor parte del dinero se dedica a la Sección. En mi instituto hay 16 matriculados en la única clase que puede seguir el nivel. En la de al lado hay 33 estudiando el Programa, en un grupo heterogéneo con alumnos que tienen dificultades de aprendizaje. No tengo ni biblioteca en inglés —me la estoy montando yo misma— ni ordenadores, ni pizarras. Tienes que convertir a los niños en bilingües con un libro de texto y una varita mágica", se lamenta una docente de un centro público de la zona sur que prefiere mantener su anonimato.

"Llamar a esto bilingüismo es una falacia, porque los alumnos no lo son ni viven en un entorno social que lo favorezca. Es como llamar 'ecológico' o 'natural' a un producto que es industrial", añade.

La críticas no vienen solo de dentro. El lobby empresarial Fedea, cuyo patronato está integrado por las mayores empresas del Ibex 35, ha publicado un informe que pone de manifiesto que robarle horas a otras asignaturas para potenciar el idioma pasa factura: "O el aprendizaje de las asignaturas enseñadas en inglés se ve perjudicado, o el aprendizaje del idioma inglés no es suficiente".

El texto, respaldado por los profesores de la Universidad Carlos III Antonio Cabrales y Jesús M. Carro y por la investigadora de Fedea Brindusa Anghel, insiste en que los más perjudicados en las familias con menor nivel educativo: "Hay un claro efecto negativo en el aprendizaje de la asignatura enseñada en inglés para los niños cuyos padres tienen, como máximo, estudios secundarios obligatorios".

"No hemos detectado problemas de aprendizaje"

Pablo Hispán es Director General de Mejora de la Calidad de la Enseñanza de la Comunidad de Madrid, es decir, el actual responsable de la gestión del modelo bilingüe. Doctor en Historia Contemporánea y Licenciado en Económicas y Empresariales, fue asesor de Naciones Unidas y coordinador de programas para Estados Unidos y México en la Fundación FAES, el laboratorio de ideas del Partido Popular.

Pablo Hispán, director de Calidad de la Enseñanza de la Comunidad de Madrid.¿Por qué no llega el bilingüismo a todos los alumnos?
Los centros lo adoptan voluntariamente. Deben votar a favor el consejo escolar, donde están los padres, y el claustro de profesores. Implica un cambio en la organización y en la metodología de enseñanza, de forma que, o los docentes están muy implicados, o es inviable.

Pero genera desigualdad: unos niños estudian en inglés y otro no.

Bueno, son los centros los que piden adscribirse al programa. El ritmo de implantación lo deciden ellos. Hay una gran demanda y cada año recibimos centenares de peticiones. Tenemos colegios e institutos bilingües en todos los municipios, de forma que los padres, haciendo uso de la libertad de elección, pueden llevar a su hijo donde quieran.

Siempre que haya plazas...

No hemos tenido ese problema [la FAPA Giner de los Ríos lo niega]. Desde el curso 2013/2014, todos los nuevos centros que entran en funcionamiento en Madrid ya son bilingües.

Según Fedea, este modelo de bilingüismo perjudica a los escolares cuyos padres no saben inglés, porque estos no pueden ayudarles.

Estamos permanentemente evaluando a los alumnos y no hemos detectado que haya alumnos con problemas de aprendizaje. Tienen que pasar pruebas de nivel en 2º, 4º y 6º de Primaria y en 2º y 4º de Secundaria. Los resultados es que no solo adquieren competencias en Inglés, sino que son excelentes en el resto de las materias.

¿Qué resultados se han logrado en el aprendizaje del Inglés?

Tres de cada cuatro estudiantes que se presentan a las pruebas externas que realizan el Trinity College y la Universidad de Cambridge sacan notable o sobresaliente. El 90% aprueba.

El programa ha cumplido 10 años. ¿Cuál es su balance?

El bilingüismo ha sido una iniciativa innovadora. Las familias lo quieren y los profesores lo demandan. La evaluación es sobresaliente. Es un hito conseguir que los colegios e institutos públicos fuesen bilingües. La Comunidad de Madrid lo ha conseguido con un programa serio y muy riguroso.

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